1. CONSISTENCIA: Establece una rutina constante para tu perro en cuanto a alimentación, paseos y entrenamientos.
  2. REFUERZOS POSITIVOS: Utiliza premios y elogios para recompensar el buen comportamiento y motivar a tu perro.
  3. SÉ PACIENTE: El entrenamiento lleva tiempo y requiere paciencia. Mantén la calma y sigue trabajando con tu perro hasta lograrlo.
  4. SESIONES CORTAS Y FRECUENTES: Realiza sesiones de entrenamiento cortas pero frecuentes, varias veces al día para mantener la atención de tu perro.
  5. COMANDOS BÁSICOS: Enseña comandos básicos como «sentarse», «echarse», «quieto», «al suelo» y «venir» para establecer una comunicación clara.
  6. EVITA CASTIGO FISICO: En lugar de castigos, enfócate en reforzar el comportamiento positivo.
  7. ENTRENA EN DIFERENTES LUGARES: Prueba los comandos en diferentes lugares y entornos para generalizar el comportamiento de tu perro.
  8. SOCIALIZACIÓN: Expón a tu perro a diferentes personas y situaciones desde temprana edad para una mejor socialización
  9. LENGUAJE CORPORAL: Aprende a leer las señales que tu perro te da a través de su lenguaje corporal.
  10. DIVIÉRTETE: Disfruta el proceso de entrenamiento y fortalece el vínculo con tu perro.